Dentro de mis reflexiones como corredor, vale la pena, y mucho, dedicar un apartado fundamental al tema de la amistad y los valores sociales.
La carrera a pie, el running, es evidente que proporciona muchas satisfacciones:
a) de una parte, estamos ante un ejercicio físico y, practicado racionalmente, es una fuente de salud para nuestro organismo.
b) de otro lado, las "satisfacciones" de índole anímica, para nuestro "ego", la "salud o higine mental" que proporciona la carrera a pie, son múltiples.
Y ello, porque estamos ante una actividad polivalente, de múlltiples aspectos, y que permite una relación con los demás bien apreciable.
Si se habla de "la soledad del corredor de fondo", esta soledad es únicamente un aspecto de la carrera a pie. Ciertamente, al correr, el runner se enfrenta a si mismo, a su reto, a sus objetivos, pero también es verdad que corre acompañado y antes, en o después de la carrera, hay una relación más o menos intensa con el otro, con el compañero, ya que denominar "rivales"a los demás competidores no sería hacer justicia al verdadero espíritu deportivo.
La carrera a pie, esta es nuestra afición principal en estas reflexiones, es fuente de amistad y de valores sociales.
Y fuente, en general, de valores, pues los éticos o morales, los deportivos, los humanos, los convivenciales y tantos otros, están en la raíz de la carrera a pie.
Cuando tomamos la decisión de correr, especialmente en las carreras populares, tenemos mentalmente un panorama de pruebas, que van desde el cross hasta las de ultradistancia ( estas, minoritarias), pasando por el cinco mil, el diez mil, la media maratón o la maratón. También las "carreras trail".
Hay un entrenamiento previo. Cada día, o en días alternos, como considere el corredor, hay que hacer un entrenamiento. Lo normal es hacerlo de media hora, una hora o bien hora y media. Estos parámetros pueden ser modificados según la índole de la carrera. El corredor, puede especializarse en una modalidad o bien alternar varias de ellas, según sus gustos y preferencias. La intensidad del entrenamiento depende de los objetivos, de la marca a lograr, del tipo de competición... Incluso hay corredores que gustan del entrenamiento "per se", sin pensar en competiciones. Pero se aconseja competir, pues ello motiva.
Pues bien, si se practica la carrera a pie, bien como entrenamiento solo, bien como entrenamiento/competición, se cultiva la mistad y los valores sociles, a raudales.
¡Qué alegría, en una carrera, y antes de que empiece la misma, el saludar a nuestros amigos y compañeros! Hablamos de nuestras cosas, de lo que nos gusta, y de nuestras impresiones. Gastamos alguna que otra broma, y el clima es, en fin, distendido, formidable.Nos sirve la prueba para cultivar amistades, y hacer más fuertes nuestros lazos de tolerancia, esfuerzo, solidaridad, compañerismo y amistad.
En la prueba o el entrenamiento, se refuerzan estos lazos. Muchas veces, ayudamos a un compañero en apuros, otras veces le damos ánimo, nos esforzamos por mejorar nuestra marca ( espíritu de competición, de emulación, de superación personal...),...
Y al acabar la prueba, la alegría del triunfo, de ser "finisher", y compartimos esa alegría con nuetros acompañantes, familiares y amigos. Hablamos, comentamos aspectos diversos, vamos al avituallamiento y muchas veces celebramops la prueba con un grupo de amigos, comiendo o almorzando juntos.
El que corre, es difícil tenga depresión, pues los valores positivos de la carrera, la liberación (bioquímica de la carrera) de endorfinas, el n-achievement, la satisfacción del deber cumplido y otros factores concordantes, no hace sino reforzar nuestra autoestima.
Sirvan estas líneas solamente de una primera y también incompleta, aproximación al tema del cultivo de la amistad y los valores sociales en el running. Habrá que seguir profundizando. En otra cocasión.
Seamos felices, amigos, es lo principal.
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