Siempre me acuerdo, amigos, de la mesa camilla. De esa mesa camilla de mi infancia y primera juventud, cuando alrededor de la misma, mis padres, mi hermana y yo, escuchábamos la radio, hablábamos, mi padre leía el periódico, mi madre cosía, yo estudiaba,... Es la mesa camilla de mis recuerdos de infancia y simboliza la tranquilidad de espíritu, el recogimiento, ese "Beatus Ille" del que hablo muchas veces,... En las carreras, mientras corro, me vienen esos recuerdos tan bellos de la infancia, y claro, ese espíritu competitivo,...
En Murcia, en la calle Simón García y en Vistabella, y en Alicante, en la calle Rigoberto Ferrer. Eran mis estudios de Bachillerato Elemental y Superior, de Preuniversitario y más adelante de Preparación para la Academia Militar. Y también cuando estudiaba Turismo. Después, ya la mesa camilla perdió su protagonismo y cuando estudiaba Magisterio, pasó a un segundo plano.
Fallecido mi padre, y viviendo ya en Avenida Aguilera, donde ahora resido, y en vida de mi madre, en el salón de estar teníamos una especie de mesa camilla. No era eso exactamente, pero hacía las veces. Allí, viendo en esos momentos, la tele ( no la radio galena de Murcia, porque entonces aún no se había inventado la "caja tonta"), estudiaba la carrera de Pedagogía, y las diplomaturas de Psicología, Filología, Historia, etc. Veía la tele y hacía los resúmenes, que luego memorizaba. Me daba muy buen resultado. Siempre a mi lado en esa mesa camilla moderna, mi madre, leyendo, viendo la tele, cosiendo, hablándome de las impresiones del día.
La mesa camilla más entrañable era la deMurcia ( antes, en Alcoy, había también algo de eso). Tenía en la parte de abajo un espacio para colocar el brasero, en los días fríos de invierno, y con el picón nos calentábamos.
Pues bien, esas añoranzas de juventud, esos tiempos de los seriales radiofónicos de Guillermo Sautier Casaseca y Luisa Alberca ( creo se llamaban así), con "Diego Valor, Piloto del Futuro", "Dos Hombres Buenos", "Matilde,Perico y Periquín",.... me vienen ahora en lo que yo llamo mi "senectud", ya próximo a cumplir los sesenta y ocho años ( y lo voy notando, mecachis,...).
¿Por qué digo todo esto? Porque en un cuartito que estoy preparando en la casa de Aguilera, en Alicante, quiero reeditar algo de estas cosas. Una mesita camilla donde yo me recoja y con papel y bolígrafo, a la antigua usanza , escriba y escriba, de todo y de nada, recuerdos, impresiones, poesía, materias de ciencia,...
¿Y las carreras? Fijáos , no he hablado hasta ahora prácticamente nada de ellas. Esa lentitud con la que ahora corro, esa apatía, esa falta de mayor interés por las mismas, no es lo normal en mi. Quiero que me gusten, quiero querer correr, mas, ¿qué pasa? Por lo pronto, esa media de Cieza no me motiva nada, no es Liga Running ni tengo ningún compromiso. Si estuviéramos en 2010, estaría ahora saltando de alegría para llevarme el trofeo de más veterano como el año pasado, pero ahora, ¿y si quedo mal? ¿Y si quedo el último? Me pueden ir pasando y pasando,.. el fantasma de la llegada cuando todos han llegado ya me acecha, como un presentimiento,...
Quiero volver a ilusionarme por las carreras, quiero quererlas otra vez, pero me viene a la mente la mesa camilla, y ella lo anula todo. El encanto de la vida recogida, sin complicaciones, ¿para qué sufrir corriendo? Mucho trabajo. La mesa camilla, sentado, tranquilo, escribiendo,... No sé, no sé,.. Me pasa algo, sin duda. He de meditar. Un saludo , amigos, soy f.......???
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