Me pongo las zapatillas...

Son las 4h de la mañana. ¡Hala, a levantarse! Aseo, afeitarse, desayunar (un buen desayuno), hidratarse,... Me pongo las zapatillas, el pantalón deportivo y la camiseta, cojo un botellín de agua y guardo las llaves de la casa en mi bolsillo del pantalón corto...Tiro la basura.

Salgo de mi domicilio de Benalúa a entrenar. Serán 5 horas, unos 45 Kms. Las calles están vacías, oscuras, casi desangeladas...Pero anida en ellas el alma de la carrera. Subo la Avenida de Salamanca y paso frente a la estación de Madrid, sigo por Marqués de Molins e inicio el Km. de subida dura al Castillo de San Fernando. A lo lejos, algún trasnochador, algún empleado de la limpieza, el matrimonio que regenta el bar cerca del comienzo de la subida:

-Buenos dias, amigos.
-Buenos dias, señor.

Subo por las laderas del castillo. Al llegar arriba me desvío un poco y visito la antigua Escuela de Magisterio, donde estudié y paso por el solar que otrora fuera lugar de ubicación de las prefabricadas donde di clases ocho años a los alumnos de EGB...¡Qué recuerdos tan bonitos!. Bajo por el hipódromo y llego a la Avenida Doctor Rico.Saludo al panadero que está fumando un cigarrillo para salir del calor del horno:

-¿Cuántas vueltas va a dar hoy, señor?
-Cuatro. Esta es la primera.¡ Buenos dias! ¡Ah, y no fume tanto...!
-Trataré de quitarme el vicio, pero es difícil.

Vuelvo a subir el castillo, y así, en total hago cuatro recorridos...

Bueno, ahora voy a Santa Bárbara. Sigo por la Avda. Pérez Galdós, Plaza de Toros, Fábrica de Tabacos, Vázquez de Mella. Ahí está, arriba, la impresionante fortaleza de Santa Bárbara. Otro kilómetro de subida, ésta más dura...Llego al Patio de Armas y sigo hasta el segundo patio. Me tomo un buen trago de agua. Bajo después por las laderas y llego a la base, otra vez Vázquez de Mella.

Así, haré ocho subidas. A la tercera, me encuentro "compañeros de fatigas" ( pero sólo suben una vez): mi buen amigo Salvador, a veces, a veces mi buena amiga Doris, y en otras ocasiones "subidores ocasionales". Dos chicas colombianas muy simpáticas que hacen andando dos veces la subida, una pareja de jóvenes que suben a toda pastilla...pero una vez. El ciclista:

-¡Qué barbaridad! Qué pendiente tiene este castillo...
-Es verdad .Es duro esto, pero no hay más remedio.

Veo al matrimonio que da de comer a los gatitos, a los voluntarios que cuidan las laderas y quitan la maleza. A la sexta vuelta, veo que están tomando un "almorsaret".

-Señor, ya lleva seis vueltas.
-Aún me quedan dos subidas y bajadas más. ¡Buen provecho!
-Gracias.
El señor sentado al borde de la cuesta, dos personas subiendo con dificultades,...

Saludo al municipal de la entrada:

-Bien, por hoy ya está ; mañana más.
-¡Que le vaya bien, amigo!
-Gracias, agente. Que tenga un buen dia.

Completaré casi una hora más. Voy por el Pla hasta el Postiguet, llego a Panoramis y vuelvo a subir hasta Vázquez de Mella. Junto al mar, los iones positivos van haciendo efecto.

Me dirijo ya a mi casa, pero antes noto la "ingravidez" de la carrera.Parece que vaya flotando, como en éxtasis. Mi rodar de 6 m./ Km.o algo más, ya es un correr cómodo.Los músculos lo asimilan.Fábrica de Tabacos, Plaza de Toros, Pérez Galdós, Avenida de Salamanca.

Una buena bajada, me queda un kilómetro para llegar a casa. Voy feliz. He liberado toxinas, las endorfinas ya están haciendo su efecto; parezco como "drogado", embriagado de felicidad... He recorrido un buen trecho. Son unos 45 Kms. Mañana continuaré mi entrenamiento.

Llego a casa,me ducho, y mi hermana me prepara un almuerzo completo:

-¿Qué tenemos hoy? ¿Paella? ¿Albóndigas?,¿Macarrones?

Un buen almuerzo, un buen postre, fruta y a seguir la vida: bancos, inscripciones, compras, con mi hermana.

Luego vuelvo a casa y miro el ordenador.

Después, a recoger a mi sobrina del colegio. Me lleva mi hermana en el coche. Saca Alba buenas notas, es buena alumna y mejor sobrina.

La comida, bien completa.

Continúo la jornada. Pero los deberes están hechos, las zapatillas han cumplido su efecto. Me siento feliz, contento, he cumplido mi "obligación". Voy a echar un vistazao a las carreras de este mes...El domingo me toca...

Pues bien. La vida de un corredor vocacional, gira en torno al entrenamiento, lo fundamental, pero sin olvidar las obligaciones laborales (para quien está en activo) o de otro tipo "jubilacioneras" ( para los que estamos de pensionistas).

Esto es lo mejor que hay. El ejercicio y la vida activa, tomando las cosas con sentido positivo y viendo siempre el vaso medio lleno.

Una merienda-cena, un poco de ordenador y de TV, lectura, escribir...

Al atardecer o al anochecer, a descansar que mañana hay que madrugar.

La vida de un coredor de fondo: ponerse las zapatillas.

Saludos, amigos.